jueves, 5 de junio de 2008

5. Organización y funcionamiento de las etapas

5.1 ETAPA DE INICIACIÓN

EQUIPOSETAPAEDADFÍSICAP.TÉCNICA / TÁCTICA
CADETEPERFECCIONAMIENTO14-1540%60%
INFANTILDESARROLLO12-1330%70%
ALEVINFORMACIÓN10-1125%75%
BENJAMÍNINICIACIÓN8-920%80%
PREBENJAMININICIACIÓN6-720%80%



Es la etapa en la que el niño se inicia en el fútbol organizado. Sobre todo, hay que conseguir que el niño se divierta y dejarle que vaya aprendiendo sin presiones. Todo se debe realizar con balón y hacer muchos juegos para cumplir el objetivo de la diversión.
En contra hay algunas opiniones, la competición es buena para esta edad, en la que se juega al fútbol-7. Un fútbol muy apropiado, por reglamentación y medidas del campo y del balón, para estos futbolistas que se ponen unas botas por primera vez.
Si a estos niños no le hacemos participar los sábados en una competición, un número importante de ellos dejarán de acudir.
Hay que comenzar a enseñarles las posibilidades técnicas que existen. En esta etapa, más que ninguna, el entrenador debe ser muy paciente con sus jugadores. Hay que hacer un trabajo dinámico para que los niños no estén parados.
No hay que enseñarles conceptos tácticos. Simplemente, jugaran los partidos de competición con disciplina en el puesto asignado en cada encuentro. Es muy conveniente ir rotándolos de puesto. No hay que olvidar que al niño lo que le importa es jugar y no el resultado.
No hay que hacer correr a los niños, ya que con los ejercicios técnicos realizaran suficiente trabajo físico.


5.2 ETAPA DE FORMACIÓN

Tras la primera etapa los niños están en disposición de realizar un avance significativo en el aprendizaje. El entrenador se convierte en punto de referencia y modelo a seguir para los niños en esta edad. El entrenador adquiere un papel de gran importancia y los padres y el propio entrenador tienen que ser consciente de esta importancia y de la influencia que ejerce en los jugadores para orientarlos y dirigirlos de manera positiva.


Los entrenamientos se basarán en ejercicios de técnica individual y juegos. Se puede iniciar al futbolista en la técnica colectiva, pero dedicando un tiempo mínimo. Es importante que aprenda la técnica individual sin defectos que, posteriormente, será de gran dificultad de corregir.

Se empleará una táctica en la que los jugadores puedan desarrollar sus habilidades. Por supuesto, toda táctica que se aplique se realizará con el único fin de atacar. Todo ello, sin olvidar que hay que promover la creatividad y la imaginación del futbolista. No se buscará la precocidad física y se trabajará la coordinación y el equilibrio.


5.3 ETAPA DE DESARROLLO

En esta etapa, el joven hace del fútbol una parte importante, en muchos casos central, de su vida. El entrenador continúa siendo un punto de referencia y un modelo a seguir. El joven espera de su entrenador soluciones a sus problemas futbolísticos y ayuda a sus dificultades. Si el entrenador le falla a sus futbolistas en esta etapa, los futbolistas perderán la confianza en su entrenador y para éste será muy difícil volver a recuperarla.
La competición adquiere también un papel destacado. El joven habla durante la semana del último partido disputado y del próximo que tendrá que jugar.
Los futbolistas comienzan a adquirir en esta etapa la conciencia de equipo y se vuelven más solidarios con el resto de compañeros. Las individualidades comienzan a quedar olvidadas en beneficio de la colectividad.
Probablemente, éste sea una de las etapas más gratificante para el entrenador, ya que los jugadores son como esponjas que asimilan todo lo que se les dice, al tiempo que empiezan a madurar, pero todavía continúan con todo lo que de bueno tienen los niños.
Se continúa con los principios fundamentales de la técnica individual, con aumento de dificultades y buscando mayor velocidad en las acciones. Comienza a trabajar también la técnica colectiva. Enseñamos al jugador el desarrollo y aprovechamiento de las situaciones técnicas. El jugador tiene que empezar a decidir, con menor margen de error, que acción debe realizar en cada situación. Debe dominar las acciones con ambas piernas, sin que ello le cree excesivas dificultades.
Al jugador se le enseñan principios fundamentales de la táctica y la estrategia. La táctica ya tiene un papel de cierta importancia ya que el jugador además de participar quiere ganar.
Desarrollaremos las cualidades de segundo orden. Trabajaremos flexibilidad, agilidad, elasticidad, coordinación, equilibrio, etc. También desarrollaremos la resistencia aeróbica y la velocidad de base.


5.4 ETAPA DE PERFECCIONAMIENTO:

En esta etapa el futbolista trabaja para poner fin a las tres etapas anteriores y prepararse para el fútbol de competición con una exigencia mayor.
En esta etapa la competición adquiere un papel de máximo protagonismo. El futbolista quiere ganar y el entrenador debe manejar esta situación de forma positiva y lograr que con la competición, el jugador adquiera experiencias cuya utilidad vaya más allá de lo puramente deportivo.
La técnica individual en los aspectos que se haya trabajado tiene que estar, al finalizar esta etapa, bastante pulida para continuar el trabajo técnico cuya exigencia, debido a la velocidad y a la oposición, será mucho más alta. La técnica colectiva adquiere un papel destacado. Los entrenamientos hay que realizarlos lo más parecido posible a las exigencias que se dan en los partidos. El entrenamiento tiene que tener grandes dosis de la realidad. Los ejercicios buscarán la velocidad en la acción y la oposición con una correcta ejecución de la técnica.
La táctica tiene un papel destacado. El equipo debe tener una táctica definida y el jugador, con capacidad analítica suficiente, tiene que conocer la realidad del juego. Cada futbolista se especializa en un puesto determinado. Aunque en ningún caso daremos más importancia a la táctica que a la técnica. La técnica sigue siendo lo más importante para una escuela.
Ya se puede realizar un entrenamiento completo trabajando todos los aspectos físicos, pero teniendo en cuenta que es preferible errar por defectos que por exceso. Ante la duda, es mejor que el entrenador no obligue al futbolista a realizar determinada acción física que le pueda perjudicar. No hay que olvidar que el jugador todavía no es un adulto.